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Correspondencia: Fabu

Por Jen Hofer


Published:

martes 28 de febrero del 2012 México, D.F.

Hola Querido Fabu:

Estoy haciendo un proyecto epistolario/documentario, catalogando lo que vivo cada día. No sé qué voy a hacer con estas cartas más que mandarlas a varios seres que amo y que extraño y que no escribo con la frecuencia que quisiera. Cada día está asignado a una persona en particular, salvo el martes que es mi “wild card” (comodín, creo, en español), mi puerta abierta para poder escribir a más de 6 amigos como parte del proyecto. Así que, hola mi “wild card” de hoy.

He estado pensando en ti mucho desde tu última carta (un párrafo, realmente, pero un párrafo muy poderoso y alentador; todavía no resuelvo nada salvo que cada día envejezco—sospecho—un día más)) y más aún esta semana mientras me preparo para el primer viaje al D.F. en tres años, y el primero que hago con R. Le estaba diciendo que no hay que llevar muchas cosas en el bolsillo (siempre trae la billetera y el celular) y por razones que te acordarás me hizo pensar en ti.

Hoy nos levantamos a las 4:15. Me acosté a las 2:30 así que sospecho que no dormí lo suficiente. Nos bañamos, tomamos el café, dimos de comeralosgatos (los“cakes”,PancakeyCupcake),hice sandwichesde mantequilla de almendra y mermelada de frambuesa y fuimos a Otis, donde doy clases. No me dan beneficios (trabajo el 25% solamente) pero el mayor beneficio del trabajo es que está ubicado a un lado del aeropuerto y me puedo estacionar allí gratis y tomar un camión o un taxi para llegar al aeropuerto. Tomamos un taxi, dejamos las maletas, y pasamos por seguridad (¡horrendos rayos x invasivos!) en menos de 20 minutos.

Recibí un email de un ex-alumno de Goddard College—muy querido—que le aceptaron en la maestría en creación literaria en CalArts, donde doy clases. Cuando entramos al avión, escribí un par de emails para conectarlo con varios alumnos actuales del programa. Terminé de leer un artículo sobre el suicidio de Tyler Clementi, el estudiante universitario gay cuyo roommate le estaba espiando con un webcam. Tristeza. Trabajé (¡en la nueva compu! Maravillosa aunque me dé un poco de pena sentirlo…pinches productos mac…) en el texto de Stein (Lifting Belly) que estamos traduciendo con D. (Por cierto, ¿tienes algunos contactos editoriales en España para ese proyecto? Nos dieron permiso de buscar una editorial para publicar la traducción.) Trabajé en las traducciones del proyecto de ayuda psicológica para niños bajo cuidado del estado (A Home Within, se llama la ONG— Un hogar adentro o Un hogar en tí mismo, más o menos). Dormí unos minutos. Empezamos a aterrizar y vimos por la ventana la ciudad enorme y tentacular extendiéndose más allá de la imaginación, la topografía de la multiplicidad multiplicándose.

Pasamos por migración y aduana sin problema salvo que se me olvidó que no se puede llevar fruta a otro país así que me confiscaron

dos peras y una manzana orgánicas del mercado de granjeros pero afortunadamente tuve dos manzanas más escondidas y no las hallaron. Nos encontramos con A y T y C y fuimos en coche (una locura de tráfico y nostalgia) al Hotel Ritz en el Centro Histórico—mi amada colonia de antaño. Dejamos las cosas en el cuarto (con vista hacia unas fachadas lindísimas) y bajamos a comer con la gente del festival. Todos me caen super bien. Los chilaquiles fueron ricos; las enchiladas regulares. Caminamos con R al zócalo, pasando un café que me encantaba cuando vivía aquí y que todavía existe (¡ahora con internet!). Hay muchas estatuas vivas (¿así se llaman?) en el centro ahora. Los múltiples en los escaparates son llamativos como siempre han sido—cien cubetas de metal, cincuenta escobas, una serie de cepillos de todo tipo y navajas de afeitar al estilo antiguo. Vi muchas cosas y fenómenos que te quería comentar (o que me quería comentar) que ahora no recuerdo. Cómo cambia una ciudad y cómo se queda igualita que siempre, todo al mismo tiempo. ¡¡El grupo musical de pura gente ciega que siempre tocaba en el callejón peatonal por avenida 5 de mayo sigue allí!! Habían varias parejas bailando. Me pregunto cómo serán las vidas de los demás. Dimos una vuelta en el edificio tan barroco del Correo Mayor—los días de gloria del correo. Pasamos Bellas Artes, el Sanborn’s de los azulejos y la Torre Latinoamericana y regresamos al hotel por Madero, que ahora es una calle peatonal. Había una mujer sin brazos haciendo bufandas de crochet usando los puros ganchos de sus prótesis. Nos tomamos una chela en “la oficina” (el lobby) y trabajé las correcciones de las traducciones de DK para el festival, y también más traducciones para A Home Within. Me fui en metro—amado atorado sucio intenso metro y cómo puede ser que se me olvidó llevar algo para leer—a casa de MJ y platicamos varias horas. Regresé en taxi y después de converser un rato con R me di cuenta que cuando mucho iba a dormir 5 horas.

Siempre cierro estas cartas con la sensación de haber perdido varios— muchos—detalles del día. Igual eso es vivir, perder los detalles y querer reanimarlos.

Te quiero mucho, Fabu, y te mando un abrazo fuerte y otros para G y A—

Jen

P.D. Dos cosas que se me olvidaron en la carta: en la comida estaba hacienda los pequeños libros caseros que voy a repartir en mi “clínica de la imaginación” el viernes en Ex Teresa. Son rápidos y ya tengo casi cien. Después, en la tarde, caminando en el centro con R, pasamos el Palacio de Minería donde toma lugar el festival del libro y vimos a diez o doce jóvenes, todos juntos parados en un círculo, todos leyendo. Lectura colectiva.


martes 5 de junio del 2012 Los Ángeles

Querido Fabu:

Otro ciclo de cartas, otra forma, misma vida, vida distinta.

Sigo con la idea de documentar qué hago con este tiempo tan raro que se me ha regalado (de dónde o de quién, ni idea…). De crear algún registro de mis movimientos y movilidades. Y quiero extender el proyecto también, tomando fotos de detalles o momentos que observo y escribiendo un ensayo lenta y abierta y circuita y osadamente a través de varias cartas escritas a varias personas en varios partes del mundo. A ver qué sucede con este nuevo experimento.

Te extraño y me gustaría poder doblar el continente para estar más cerca de vez en cuando.

Me levanté, hice la rutina matutina rutinaria, me senté a traducir el texto acerca de Valadez para el Museo de Arte Contemporáneo de San Diego. Cuando mi amigo Andrew (instigador y bibliotecario de la Biblioteca de Reanimación: http://www.reanimationlibrary.org/) se levantó y salió del tráiler hacia la casa, hice café para los tres; Rob también estaba por levantarse, más o menos. Nos sentamos a tomar el café y trabajé juntando más ejemplares del libro casero que estoy haciendo. Regresé a la computadora para seguir con la traducción. Me dio hambre e hice un jugo de col rizado, agua de coco, plátano, naranja y almendra. Cociné huevos revueltos con col silvestre, col rizado, jalapeño, cebolla y queso; los comimos con trozos de pan casero tostados. Tisa vino a casa a reunirse con Rob acerca de un proyecto, y comimos juntos los cuatro. Me fui en bici al café Lupita’s para reunirme con Dolores y Rubén para hablar del proyecto de documentación de las víctimas de la guerra sucia en México, en preparación para la llegada de la caravana del Movimiento para la Paz con Justicia y Dignidad en agosto. Caminé con Dolores a la parada del camión (platicamos del hijo que planeamos tener juntas, como co-madres) y regresé a casa en bici para seguir trabajando la traducción. Me compré unos zapatos estilo sueco de color amarillo brillante por internet. Es la primera vez

que compro zapatos virtuales. Necesito sandalias cómodas pero no encuentro nada que me guste—soy demasiada quisquillosa. Terminé una versión de la traducción y se la mandé a Lola para revisión/ corrección. Hice varias correspondencias por email (sé que no se usa la palabra “correspondencia” así en español pero me gusta de todos modos…). Recibí las correcciones que me mandó Lola; las revisé, cambié el texto, lo mandé al museo en San Diego. Con Rob nos fuimos en bici a casa de Helki y Sohrab para una barbacoa con varios amigos suyos; por supuesto, dado el pañuelo que es el mundo, teníamos varios amigos en común sin saberlo. Comimos, tomamos, charlamos, cosí libros. Salimos con Rosten los tres en bici; le dejamos en la esquina de Figueroa y Cypress y regresamos a casa. Recopilé libros hasta que me dio demasiado sueño para ser útil y me acosté.

El deseo de documentar se entreteje con el deseo de experimentar se entreteje con el deseo de recorrer se entreteje con el deseo de observar se entreteje con el deseo de observar se entreteje con el deseo de pensar que es un aire o un sistema molecular que no se puede desear, precisamente, sino respirar. Dudo. Busco la apertura. Evito la apertura. La molécula nómada. A veces es más fácil atravesar (lo perpendicular) que recorrer (lo etéreo, lo que está flotado o suspendido o aventado como un aire dentro del aire). Camino las calles y miro las caras de la gente, sus posturas, los esqueletos que sugieren esas posturas, las experiencias y pensamientos que sugieren esas caras. ¿Qué observan los demás? ¿Qué hacemos con todas esas observaciones no documentadas, no traducidas, no registradas? ¿O acaso están registrados en el mismo aire, respirados en las moléculas que compartimos sin querer y sin poderlo evitar?

Te mando un abrazo fuerte, y mucho cariño,

J


Jen Hofer is an LA-based poet, translator, interpreter, teacher, knitter, book-maker, public letter-writer, and urban cyclist. Recent books include one (Palm Press, 2009); sexoPUROsexoVELOZ and Septiembre, translations from Dolores Dorantes by Dolores Dorantes (Counterpath Press and Kenning Editions, 2008); The Route, with Patrick Durgin (Atelos, 2008); lip wolf, a translation of lobo de labio by Laura Solórzano (Action Books, 2007); and Sin puertas visibles: An Anthology of Contemporary Poetry by Mexican Women (University of Pittsburgh Press and Ediciones Sin Nombre, 2003). Forthcoming books are poem sequences from the valley of death (Ponzipo) and Laws (Dusie Books), and translations of Myriam Moscona’s Ivory Black (Les Figues Press), and Alan Mills’ Síncopes (Piedra Santa). Recent writing appears in Aufgabe, Mandorla, Or, out of nothing, and Punto de partida. She teaches at CalArts, Goddard College, and Otis College, and works locally and nationally as a social justice interpreter.

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